Es un municipio pintoresco del departamento de Olancho, ubicado entre montañas y valles fértiles que le dan un aire sereno y natural.
La agricultura y la ganadería son la base de su economía, con cultivos de maíz, frijol y café que reflejan la conexión de su gente con la tierra.
Sus festividades religiosas y comunitarias fortalecen la identidad local, mientras que la hospitalidad de sus habitantes y la belleza de su entorno lo convierten en un lugar auténtico y acogedor.
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